Importancia del agua
En la actualidad existen dos temas a los que nos referirnos muy frecuentemente: el Calentamiento Global y la importancia del reciclaje. Es verdad que estos tópicos son de gran trascendencia para el ambiente, ya que nos invitan a mejorar las condiciones de vida de los seres humanos y, así salvaguardar el “destino” de las futuras generaciones; sin embargo, no debemos olvidar que el cuidado y el ahorro de agua es indispensable para la subsistencia de la vida en el planeta; por esto, aquí te brindamos algunos datos importantes y alarmantes sobre las condiciones del agua en el planeta (con el fin de crear conciencia ambiental) y, además, varios consejos de cómo ahorrar agua y de cómo evitar su contaminación.
El agua presenta una importante contradicción, puesto que se la considera como el elemento más abundante en el planeta, no obstante es el más escaso. Esto se debe a que solo el 2% del agua del planeta es consumible (agua dulce) y, esta cantidad, no se encuentra repartida equitativamente en el mundo sino se concentra en pocas zonas del planeta como: las zonas templadas y los trópicos húmedos. Por esta razón, el agua dulce escasea en muchas zonas, como en Oriente Medio, África, ciertas partes de México, Estados Unidos y Latinoamérica.
Es importante comprender que a medida que aumenta la población se intensifica el uso del agua, por eso, mientras más agua demandemos más fácilmente se agotará. Los países industrializados son los que demandan una mayor cantidad de agua. Sin embargo, el consumo de agua por cada persona es muy bajo, ya que el uso real del agua está dividido de la siguiente manera: el 69% se destina a la agricultura (especialmente para el riego de los cultivos), el 23% lo utiliza la industria y el 8% es de uso doméstico. No obstante, una de las causas de la escasez del agua es el derroche de la misma; por ejemplo, un ciudadano promedio de los Estados Unidos utiliza 70 veces más agua en su hogar que un ciudadano de Ghana.
Uno de los mayores problemas que afrontamos con respecto al agua es su contaminación, acto que es causado por las distintas actividades humanas. Con el transcurso de los años, el ser humano ha utilizado las fuentes de agua (ríos, lagos y mares) como basureros; hemos arrojado en ellas aceites, desechos orgánicos e inorgánicos, metales pesados (mercurio y plomo), detergentes, petróleo, fertilizantes, plaguicidas, materiales radioactivos… la lista es interminable. En resumen, un gran porcentaje del agua (dulce y salada) del planeta se encuentra contaminada, tanto así que el 20% de todas las especies acuáticas están extintas o en peligro de desaparecer.
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